La empresa está situada en el pequeño pueblo de Crottendorf, entre Fichtelberg y Scheibenberg. Crottendorfer GmbH se originó en la pequeña cocina de la fundadora de la empresa Freya Graupner. En este espacio, la masa fue mezclada, amasada y moldeada en forma de incienso. En 1936 obtuvo la licencia comercial. Anteriormente, el incienso se hacía a mano y se ofrecía en los mercados. Pronto la marca Crottendorfer se hizo popular. Para producir los conos de incienso se mezclan carbón vegetal y harina de patata formando un aglutinante, así como madera de sándalo, harina de haya roja y algunos otros ingredientes para lograr la inflamabilidad y, finalmente, se añade la fragancia. Además del incienso, otras sustancias de distintos países exóticos también se suman a la masa, tales como el ámbar, lavanda, masilla o bálsamo del Perú. Las velas se forman de esta mezcla, se secan y se empaquetan. Hoy en día hay una gran variedad de conos de incienso en diferentes colores.